jueves, 29 de septiembre de 2011

POESÍA



Yo haré una poesía tan sólo para ti,
pues siento con alegría que formas parte de mí.
En una tarde de calor de ti me enamoré
cuando a través del tibio sol tus ojos miré.

Y como yo soy así mi nombre no te diré
pues soy feliz con pensar que siempre te querré.
Yo ahora te digo adiós, y el tiempo te dirá quién soy

pero a ti te digo yo, que te amo desde hoy.

©SiempreViva / 29-09- 2011
                                                      Reservados todos derechos de la autora





DESDÉN


No juegas ya conmigo, tan orgulloso estás
que más allá de ti no necesitas nada.

Te observas incesante, sin embargo
 te olvidas de que yo te soy tan parecida
que te describiría con la facilidad
de un espejo: tan semejante a ti
que hasta podrías amarme sin temor a excederte.

Pero, si en desdeñarme persistes obstinado,
no importa, esperaré.

Mientras enhebro cintas de dulce terciopelo
en el blanco entredós de una tira bordada
o anchas randas de encaje infatigable labro,
atisbando estaré el menor de tus gestos.

Tan preciso lo retendré en mi rostro,
tan exacto, que pasado algún tiempo,
cuando la edad viril, arrasándote
tras derruir la seda delicada
exija tus mejillas para sus arrayanes,
tu pecho como un muro para enredar su hiedra,
no tendrás mas remedio que mirarme.
Y te verás en mí, adolescente, inmóvil 
durante muchos años todavía.


(de “Dióscuros”)


Ana Rossetti

EL PODER ESTÁ DENTRO DE TÍ



NO HAY DIFICULTAD QUE SUFICIENTE AMOR NO VENZA.

NO HAY ENFERMEDAD QUE SUFICIENTE AMOR NO CURE.


NO HAY PUERTA QUE SUFICIENTE AMOR NO ABRA.


NO HAY MURO QUE SUFICIENTE AMOR NO DERRIBE.


Y NO HAY NINGÚN PECADO QUE SUFICIENTE AMOR NO REDIMA.


NO IMPORTA LO PROFUNDAMENTE ASENTADO QUE ESTÉ EL PROBLEMA


NI LO DESESPERANZADOR QUE APAREZCA.


NO IMPORTA LO ENREDADA QUE ESTÉ LA MARAÑA


NI LO ENORME QUE SEA EL ERROR.


LA COMPRENSIÓN DEL AMOR LO DISOLVERÁ TODO.


Y SI TÚ PUDIERAS AMAR LO SUFICIENTE,


SERÍAS LA PERSONA MÁS FELIZ Y PODEROSA DEL MUNDO


Louise L. Hay


EL CAMINO DE LA TRANSFORMACIÓN


Tras la puerta de sentir tu debilidad reside tu fuerza.

Tras la puerta de sentir tu dolor residen tu alegría y tu placer.


Tras la puerta de sentir tu miedo reside tu seguridad.


Tras la puerta de sentir tu soledad reside tu capacidad de gozar de plenitud, amor y compañia.


Tras la puerta de sentir tu desesperanza verdadera y justificada.


Tras la puerta de aceptar las carencias de tu infancia reside tu satisfacción del presente.


Tras la puerta de sentir tu debilidad reside tu fuerza.


Tras la puerta de sentir tu dolor residen tu alegría y tu placer.


Tras la puerta de sentir tu miedo reside tu seguridad.



Tras la puerta de sentir tu soledad reside tu capacidad de gozar de plenitud, amor y compañía.

Tras la puerta de sentir tu desesperanza verdadera y justificada.


Tras la puerta de aceptar las carencias de tu infancia reside tu satisfacción del presente.

AMARSE


Decídete hoy a establecer una buena relación de amistad con la persona más importante en tu vida. tu misma.

Decídete también a convertirte en la persona maravillosa, triunfadora y exitosa que tú realmente eres y lo serás aún más.

La paz interior es la única felicidad... Serás feliz siendo fiel a ti misma y convirtiéndote en una persona independiente emocional, mental, económica y espiritualmente.


Recuerda que tú eres un ser maravilloso y divino... no importa cuanto te hayas equivocado hasta ahora... eso no importa.


Tu ser interno, tu esencia nunca se ha perdido, ni tu luz, ni tu perfección, ni tu inocencia. Tú mereces lo mejor de la vida.


Tienes el valor, la creatividad y la fortaleza para resolver tu vida y para vivir felizmente.


No olvides al amor... ese ingrediente vital para poder vivir una vida de total felicidad. Recibelo con los brazos abiertos, tu eres parte de ese amor.

Los dos estábamos buscándonos...


Cuando un hombre encuentra a una mujer, cuando una mujer encuentra a un hombre... los dos estaban buscándose. Nadie encuentra lo que no está buscando.


Por soledad. O por dolor. O por ganas de revivir la vida insuflándole oxígeno a los pulmones. O porque sí. ¿Por qué explicarlo todo? ¿Por qué decir que la causa, el efecto, que la casualidad no existe, que...? Mejor pensemos que lo importante es que, cuando no hay alguien a nuestro lado, no hacemos tostadas (¿para mí solamente? No...), no gastamos el frasco de perfume, duran menos las latas de atún y más el pan en el congelador, compramos con más nostalgia que alegría un ramito de flores para llevar a casa, y estrenamos muy pocas cosas. Se van yendo las ganas, como se va la luz, poquito a poco... Y la noche nos asesta su golpe con el recuerdo, nos envía sus fantasmas más tristes, sus sombras incansables e inclementes.



La noche que no termina nunca, que crece, que atormenta, que entrevera nombres, que ronda, que agiganta las lágrimas hasta transformarlas en un océano. Estamos solos porque no hacemos una llamada. Porque no damos el paso que nos acerca.
Porque no decimos la primera palabra que se transforme en puente. Nadie encuentra lo que no está buscando.


¿Por qué crees que tú y yo nos encontramos? ¿Desde dónde venías acercándote? ¿Desde cuándo yo esperaba que llegaras? ¿Por qué yo? ¿Por qué tú? ¿Por qué nosotros? ¿Por qué crees que no te desviaste, con otro rumbo, que no fuiste más hacia el sur, o más al norte, o al otro lado del mar incalculable? ¿Por qué piensas que me detuve para que pudieras alcanzarme, extender las dos ramas de tus brazos, abarcarme con toda tu ternura como diciéndome "ahora ya no te pasará nada malo, nada triste, nada cruel"; puedes dejar de llorar, puedes dormir con los ojos cerrados, mansamente y, al despertar, no estarás sola... Nunca más estarás sola. "¿Y yo estaré solo nunca más...?" ¿Por qué? Porque los dos estábamos buscándonos.

SILENCIOS


Corazón de mujer, alma sin entender, recuerdos de tiempos pasados que ya no tienen que volver.

Escucha en silencio el canto de esa voz quebrada,
 escucha en silencio el llanto de esa soledad.

Nuevo amanecer, nuevas sensaciones.

Todo se ilumina cuando empiezas a entender.

 ©SiempreViva / 29-09- 2011
                                              Reservados todos derechos de la autora





LUCES Y SOMBRAS



Cuando en nuestro interior todo está oscuro,
cuando no encuentras bálsamo para tu dolor,
cuando el camino es largo y tortuoso...

Mira a tu alrededor y encuentra la luz,
la luz que iluminará tu corazón,
la luz que calmará tu dolor,
la luz que brillará en tu andar.

Mira a lo lejos y verás brillar esa estrella
que te llenará de paz.

©SiempreViva / 29-09- 2011


  Reservados todos derechos de la autora






miércoles, 28 de septiembre de 2011

CAMBIARME A MI MISMA


Tómate unos momentos para visualizar una barca, avanzando suavemente a través del agua. 
Todo está yendo bien, el viaje es placentero.
Ahora imagina que de alguna forma, se produce un agujero en la barca. El agua empieza a entrar. A medida que entra más y más agua, la barca empieza a hundirse, hasta que finalmente se hunde del todo.

Esta es la historia de la “barca” de nuestra vida.
Para muchos de nosotros, el inicio del viaje está lleno de inocencia, amor y confianza. Sin embargo, en algún momento del viaje, empezamos a hundirnos. Nos quedamos abrumados y nos detenemos. ¿Por qué? Las influencias externas nos inundan, llevándose nuestra fe, haciendo difícil defender nuestros valores y principios. 

Nos hacemos dependientes de los demás y de las circunstancias y, finalmente, mendigos de felicidad y de paz.
La verdadera esperanza de cambiar empieza sólo cuando comprendemos lo que necesitamos hacer, y lo hacemos. Todo lo que aprendemos en nuestro camino espiritual nos lo necesitamos explicar en primer lugar a nosotros mismos.
“Necesito cambiar”. Ésa es la perspectiva correcta, no importa qué clase de situación o persona esté frente a nosotros. Y necesitamos revisarnos en esto: ¿Cuándo planeo cambiar? ¿Hoy? ¿Mañana? ¿El año que viene? Se puede desperdiciar mucho tiempo esperando que otros cambien primero.
Incluso el decir, “Vale… creo que lo he captado. Voy a probar”, es retrasar el proceso de restauración.
¿Cuándo lo probarás?
Hay poder en decir: “¡Sí, lo he comprendido!” y cambiar algo en uno mismo en ese mismo momento.
Piensa: Si no lo hago yo, entonces, ¿quién? Si no es ahora, entonces ¿cuándo?