viernes, 1 de junio de 2012


 Tú, querido amigo
  te fuiste a otro lugar
  buscando en el mismo cielo
  sitio para descansar.
  Y cuando al cielo llegaste
  te recibió el mismo Dios
  para ponerte dos alas
  y su Arcángel te nombró.


  Más, te fuiste tan deprisa...
  que el tiempo no permitió
  darte cuenta que dejabas
  a tu esposa sin tu amor.
  Yo sé que tú descansas en paz
  pero en la tierra tu esposa
  no sabe mas que llorar.
  Pide a tu Dios que la guíe
  y le dé conformidad
  para pasar este cáliz
  de dolor y soledad.
  Y tú, noble amigo
  desde el lucero que estás
 cúbrenos con esas alas,
  ábrelas de par en par.
  Arropa a los que quedaron
  en este sitio tan vacío
  que dejaste tu al marchar
  buscando tu nuevo hogar.

Descansa en paz.


                                                                           

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